Leyenda de Venezuela
La llorona
La noche de campo tiñe de negro. A lo lejos se oye el correr de un caudaloso rió. De pronto, un profundo llanto irrumpe en la distancia. Quienes lo escuchan sabe que proviene de un legendario espectro condenado a llorar eternamente junto a las aguas...
Cuenta la leyenda que todo comenzó con la llegada de los españoles a suelo venezolano. Una virgen indígena quedo impactada por los extranjeros, a quienes veía como dioses con sus relucientes armaduras metálicas y sus feroces armas capaces de invocar al mismísimo ``Dios del trueno´´.
Se dice que el líder de los conquistadores, un apuesto capitán español, de inmediato cautivo a la joven, quien comenzó a seguirla a todas partes, llamando su atención de mil maneras. El, por su parte, pronto noto el entusiasmo de la bella muchacha, con quien no tardo en iniciar un ardiente romance.
Al ver lo sucedido, todos en la tribu comentaron que nada bueno saldría de aquel inusitado enlace entre la Virgen indígena y el Jefe invasor. Sin embargo, a pesar de las criticas y comentarios de su gente, la nativa siguió con la relación hasta entregarle su virginidad al conquistador.
Poco menos de un año después de esta unión, como fruto de la mezcla de razas, la joven pario un hermoso mestizo, quien se convirtió es su máximo tesoro, desde entonces la felicidad inundo su corazón, pero solo hasta que el imprescindible destino se interpuso en su camino...
La noticia llego en luna llena. La tribu entera comentaba la llegada de una hermosa y aculada española, quien decía ser la legitima esposa del capitán
La joven nativa, al enterarse del suceso, sintió estallar su corazón. De inmediato salio en busca de su amado y comprobó que era cierto lo que tanto decían. Fue entonces cuando, enloquecida por el desprecio, corrió hasta el lecho del rió y con furia lanzo a su hijo recién nacido a las aguas. Dicen que esa misma noche la atormentada joven se quito la vida y que el cielo la condeno a vagar eternamente en el campo, por siempre buscando los restos de su crió entre las espumosas aguas del rió
Desde entonces su espíritu errante, suele ser visto de noche, vagando en las corrientes de agua dulce mientras laza sus dolorosos gemidos y llantos, escuchados a gran distancia...
FIN.